Mientras estaba buscando información en la web para
documentarme y para comentar he encontrado este enlace a un blog. Y sobre él quisiera hacer una reflexión, es un blog donde he visto que
se suele compartir mucha información entre profesionales de la docencia, la
verdad es que hay muchísima y sobretodo comparten muchos enlaces de páginas web
y de blogs.
Mirando el blog, he encontrado que alguien ha colgado
este proyecto que ha hecho en su clase de infantil de tres años y la verdad es
que me ha sorprendido bastante. Es todo lo contrario a lo que yo entiendo por
proyecto, más que proyecto, yo lo llamaría “antiproyecto” ya que creo que solo
es un montón de fichas para colorear, repasar líneas de puntos y pegar trozos de papel y gomets. Básicamente
es el sistema más tradicional de educación, el de las fichas que todos
conocimos en nuestra infancia agrupados en torno a una temática común: el período
de adaptación, ya que abarca hasta final del mes de octubre.
Se hacen por tanto unas fichas sobre la clase, la
maestra, el nombre del grupo, los niños y niñas que hay, el material que
tienen, etc. Parece que es a modo de introducción, cosa que a mi parecer está
bastante bien, sobre todo para que los niños vayan adquiriendo vocabulario,
pero no llego a entender bien el sentido que tiene completar los huecos de
letras en los nombres de las palabras, creo que para un niño de tres años no
tiene ningún sentido y que difícilmente está dentro de sus capacidades.
Primero he pensado que posiblemente la maestra sea una persona
que lleve muchos años ejerciendo y utilizando el método tradicional, por lo
tanto sería muy lógico que no supiera bien cómo enfocar un proyecto, pero he
visto las fotos y es una maestra bastante joven que seguramente ha estudiado
las bases de los proyectos durante la carrera.
No solamente habría que tener esto en cuenta, sino
también el tipo de escuela en la que ejerce, ya que si es una escuela con unas
normas muy estrictas y tradicionales posiblemente a ella no se le da la
oportunidad de trabajar libremente, aunque por otro lado, si cuelga su trabajo
en un blog y se lo alaban, entiendo que debe ser porque está contenta con él y
quiere compartir ese trabajo con compañeros y compañeras.
He comentado lo de la edad porque creo que los maestros
no reciben la formación suficiente sobre este tema, los motivos pueden ser
variados: no se ofrece formación adecuada, los maestros no disponen de tiempo
para dedicar a ello, tal vez no hay personal especializado en evaluar el
trabajo docente, falta de motivación para autoformar-se, centros con normas muy
estrictas que no quieren que se cambie la forma de trabajar, docentes que no
creen que sea un buen sistema de trabajo o que no entienden que trabajar por
proyectos no es dirigir la clase, sino colaborar con los alumnos para buscar un
proyecto común, dejar de estar enfrente de ellos para ponerse a su lado, eso se
dice muy fácil, pero seguramente debe ser lo más difícil.
Puede ser cualquiera de estos motivos o cualquier otro
que no se me ocurre y al nombrar los motivos por los que no se puede o quiere
cambiar la forma de trabajar, me viene a la mente otra pregunta ¿es bueno
cambiar?, si es así ¿por qué es bueno?, muchas generaciones nos hemos formado
con métodos tradicionales y aquí estamos, no nos hemos muerto ni (creo) tenemos
ningún trauma.
No estoy defendiendo ni lo uno ni lo otro, sino que hago
estas preguntas para invitar también a la reflexión, ya que no creo en las
verdades absolutas en ningún aspecto de la vida, todo tiene sus partes buenas y
sus partes malas y es importante que sepamos verlas, o al menos plantearnos que
puedan existir. Y no sólo eso, también tenemos que invitar a nuestros alumnos y
alumnas a que se acostumbren a reflexionar, a plantearse las cosas, pensar por
sí mismos y tomar sus propias decisiones y esto lo pueden empezar a aprender
desde muy pequeños.
Ahora pienso en cómo habría hecho yo un proyecto sobre el
proceso de adaptación en un aula de infantil de tres años. Primeramente, no sé
si eso es un tema que pueda interesar a los niños de esa edad, aunque creo que
sí que es útil trabajarlo, entiendo que aunque los proyectos deberían salir del
interés de los alumnos, es muy difícil que un grupo de niños de esa edad se
ponga de acuerdo en algo. Así que, ¿hasta qué punto es conveniente hablar de
trabajar por proyectos en aulas de niños de tres años? Difícil, la verdad,
aunque seguro que hay muchos temas que les interesan: desde los animales, ¿a
qué niño no le sorprende un elefante?, hasta las familias, sobretodo sus papás
y mamás y si tienen algún hermano o hermana, ¿les interesaría a una clase de
niños de tres años que hiciéramos un proyecto sobre los bebés aprovechando que
uno de los alumnos nos cuenta que acaba de llegar un bebé a casa? Yo creo que sí.
Y ahora volviendo a cómo habría hecho un proyecto
basándome en el periodo de adaptación, habrían pintado mucho, eso por
descontado, pero nada de rellenar fichas: pueden pintar la clase, el colegio,
el patio, su columpio favorito, se pueden pintar a ellos jugando, pueden pintar
el animal que los representa, el coche en el que vienen a clase, el rincón de
clase que más les gusta, etc.
También les daría plastilina para que representaran
cualquiera de las cosas que han pintado y después, si quieren, podríamos hacer
una exposición con sus obras de arte para enseñárselas a los compañeros y a las
familias. Me gusta que cada niño traiga a clase su propio cojín para sentarse a
hacer la asamblea, podríamos decorar el cojín con rotuladores, para que cada
uno lo pueda personalizar. También podrían hacer unos dibujos para decorar el
aula, ya que a principio de curso suelen estar muy vacías.